Soy mujer de palabra.
Como tal, cumplo (o más bien, trato de cumplir) mis acuerdos. Más aun cuando se trata de cuentos, porque las palabras, que están constituidas de letras, a su vez constituyen juegos de palabras. Estos juegos de palabras forman frases, oraciones. Y muchas oraciones a veces forman algo cuerdo.
Otras veces no.
En fin. Tanto preámbulo sólo para presentar dos minicuentos más, de esos paridos en pleno desvelo. Disfruten Valparaíso es desvelo, segunda parte.
Y si quiere, cuénteme algo!
Abrazos cuenteros desde ya...
Por Sandra Aravena
Eventos
¿Qué se hace cuando ocurre este tipo de encuentro? ¿Darle
una moneda? ¿un “gracias”, bajarse del auto y darle un abrazo?. Las calles de
Valparaíso, y mientras más arriba es
más, están llenas de eventos y “tapaeventos”, que no son otra cosa que hombres
intentando tapar hoyos en la vía. A ver si logran tapar, aunque sea un poco, el
hoyo del estómago suyo, y de los suyos.
Explicación necesaria
“No, el mar no se ha movido, sólo que ahora buscamos comida
en los cerros, quebradas, basureros”, explicó al ciego. “Es que en el mar, ya
no quedan peces para comer, se los llevan todos”. Diciendo eso, se echó a volar
cerro arriba, haciendo el típico graznido que hacen las gaviotas.
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