Sandra Aravena Cuentera

Mi foto
Santiago, Santiago , Chile
Contacto: negra_curiche@yahoo.es - Fb: Sandrita Aravena Rosende - visita mi sitio web: www.sandrita-cuentera.cl

jueves, 10 de noviembre de 2011

Re-cuento de Valparaíso es un Cuento… Retrospectiva, reflejo, retrovisión y echarle paelante!





Por Sandra Aravena


Se terminó el Encuentro Internacional “Valparaíso es un Cuento” en su primera versión. Pero como siempre, lo que termina genera nuevos nacimientos. Así que, poéticamente podríamos decir que estamos frente a nuevos nacimientos, nuevas aventuras, nuevos inicios.
Fue prácticamente un mes completo de aprendizajes. Estar sumergida en un mundo de palabras y palabreros, incluso por osmosis genera movimientos en las reflexiones, en las acciones y en la creación misma.

Uno de los aprendizajes más importantes, que aunque estaba en la retina, se hizo manifiesto con fuerza y energía, tiene que ver con la necesidad de generar diálogo artístico en la propuesta, en el trabajo. Desde la decisión de hacer dirección artística a los espectáculos, hasta dialogar con nuevas posibilidades en conjunto con otras disciplinas: danza, música, artes visuales, etc. Finalmente, se trata de enriquecer la estética en la creación, dotarla de nuevas perspectivas y miradas, y hacerla crecer, como en una sinergia.

Una dirección artística que permita, como dijo Jota Villaza en el taller que nos compartió, darle importancia a los detalles de la puesta en escena. Sí, cada detalle. Porque, como en la vida, en los detalles está la diferencia, y marca la distinción. O, como diría una amiga cuentera, algo que quede profundo calado en el centro del pecho, y no, solamente, un buen momento de diversión y de goce estético. En definitiva, se trata de hacer lo mejor posible dentro del trabajo creativo.
Un diálogo solidario, complementario, creativo.

Luego, de los aprendizajes más hermosos, tuvo que ver con el descubrimiento propio. Aquello que tantas veces fue conversado en talleres, en espacios formativos, de reunión de colegas, en fin… pero que toma más fuerza al ver espectáculos como el de Diana Tarnofky, Cucha del Águila, o de Alekos, que en diferentes propuestas, en diferentes estilos y voces, cada cual ha ido explorando aquello que traen consigo o que fueron adquiriendo con el tiempo.

Descubrir las posibilidades, las opciones. Descubrir el cuerpo, lo que abarca, lo que puede explorar, el espacio que puede utilizar, lo que puede expresar y reflejar de lo que viene desde adentro. Ese descubrimiento del cuerpo es un asunto que me viene dando vueltas hace algún tiempo, pero toma forma, y cuaja como gelatina cuando las propuestas escénicas que se ven han avanzado en esa exploración y logra algo simplemente maravilloso.

Descubrir la voz. Diana Tarnofky supo abrirme ese nuevo-viejo horizonte. Explorar la voz… pero más allá (o acá) del adorno al espectáculo, sino como piedra fundamental, pilar, que adorna, embellece, pero al mismo tiempo es parte de una propuesta armoniosa. Nuevas exploraciones, que ella nos confesó, comenzó a reconocer con su maestra de voz, y que hoy hace crecer su bella presencia escénica, su cuerpo grande y sus relatos, historias… llenas de magia crecida, brillante, como dentro de bolso mágico. Como “Coleccionista” de voces y sonidos.

Descubrir las raíces. Cucha del Águila nos abrió las almas a su selva amazónica. Mezclando relatos, narraciones, lecturas y en medio de todo, triunfante, un rito propio, que salía como luz desde el mismo centro de su pecho. Un rito perfecto que de pronto nos la trajo vestida de selva, oliendo a vegetación, y envuelta en un halo no conocido en estas tierras. ¡Cómo hizo crecer su belleza natural!

Y luego, Alekos y Javier Ceballos, uno con una locura que viene como desde ayer, y el otro que parece duende desde ayer. O desde siempre. Explorando la creatividad en su máximo punto. Cuentos, rimas, palabras retocadas, música, objetos, risas, cuerpo, ojos, instrumentos musicales, y un sombrero. Con esa maestría impresionante, de historias mágicas que se hacían más fantasiosas con el juego en escena.

Y, para no escribir tan extenso, quisiera comentarles sobre esto que es aprender de un propio error. Equivocarse como una oportunidad de avanzar, de crecer. Equivocarse y sonreír, porque se presenta una nueva posibilidad, siempre para avanzar.

Y claro. Tuve que enfrentarme a un espectáculo que no fue “todo lo que quisiera que fuera”. Mi espectáculo. ¿Cómo asumir cuando un espectáculo no es lo que se espera de sí mismo/a? Fue un parto extraño, ambiguo, un poco amorfo. Pero parto al fin. Ese nacimiento que hoy me abre la posibilidad de hacer crecer un espectáculo que es el propio. Asumir la cuestión con humildad, y proyectar nuevas oportunidades, opciones, y, por supuesto, exploraciones propias y la colaboración de amigos y amigas artistas, en dirección artística y en la puesta en escena. Toca seguir aprendiendo, toca seguir avanzando en la creación y en el camino decidido.

Faltó trabajo, faltó dedicación. Y ello, en relación a los aprendizajes de este encuentro, debería ser aquello que no falte. No se olvide: ocuparse de cada uno de los detalles.

Vamos caminando a ello. Prontamente, re-estreno de “La Porota”, pero esta vez, con el trabajo merecido.


Gracias por la oportunidad.


Abrazos cuenteros!



lunes, 10 de octubre de 2011

"Valparaíso es un Cuento" llega a QUILLOTA.


"Valparaíso es un Cuento: Encuentro Internacional de Cuenteros, Escritores, Ilustradores y otros seres mitológicos" llega a QUILLOTA.

No pocas veces me han preguntado ¿y pa´l interior, cuándo?... ¡Ahora es cuando!

Estaremos por la mañana contando en colegios, y por la tarde estaremos presentando este espectáculo colectivo, con 2 cuenteros internacionales y 2 cuenteras locales, que además somos parte del equipo de producción del Encuentro Internacional "Valparaíso es un Cuento".

Nada más y nada menos que al Teatro Portales que se encuentra en la Plaza de la Ciudad... con un espectáculo colectivo"Cuentos para viajar por la Imaginación", con los Narradores Internacionales Javier Ceballos (Colombia), Patchou (Francia) y las narradoras nacionales Coté Rivara y Sandra Aravena.



El Jueves 13 a las 18 horas, adhesión general $1.500; estudiantes y tercera juventud $1.000.

(se ruega difundir entre quienes pueda interesarles)

Y no olviden que TODO lo que tiene que ver con el Encuentro, lo encuentran en la página web oficial: www.valparaisoesuncuento.cl

Un abrazo Cuentero!!!

domingo, 9 de octubre de 2011

Encuentro Internacional "Valparaíso es un Cuento"

Amigas y amigos de los cuentos...

Con inmensa felicidad y ansiedad les contamos que ya llega, a pasos agigantados "Valparaíso es un Cuento: Encuentro Internacional de Cuenteros, Escritores, Ilustradores y otros seres mitológicos", que llegará a Valparaíso, Viña del Mar, Quillota, Santiago, Los Andes, San Esteban, San Felipe, Putaendo y Rinconada de Los Andes, entre el 12 de Octubre y el 05 de Noviembre de 2011.

Por este medio, y también por la página web oficial del Encuentro www.valparaisoesuncuento.cl, podrán encontrar TODA la información necesaria.

Y, si se encuentra con paraguas en verano, o personajes armados de grandes tubos de colores, deténgase... ahí puede encontrar un cuento, un regalito para el alma.

Para encontrar la información de la programación en Valparaíso: http://www.valparaisoesuncuento.cl/inicio/programacion/

Para encontrar la información de las Extensiones (Santiago, Quillota y Valle del Aconcagua):
http://www.valparaisoesuncuento.cl/inicio/extensiones/

La información del Seminario "Oralidad, Imagen y Narrativa: La Magia de los Cuentos" la encuentras en:
http://www.valparaisoesuncuento.cl/inicio/seminario-oralidad-imagen-y-narrativa-la-magia-de-los-cuentos/

Y, por cualquier consulta, me escriben....


Espero que podamos encontrarnos por ahí, por allá y pos acá también.

Abrazos Cuenteros.
Sandra.

PD: Imagen del Encuentro: "El Repartidor de Magia" del artísta visual porteño Mena


jueves, 29 de septiembre de 2011

Galeano: "Los Cuentacuentos Anónimos me enseñaron lo que sé"





Comparto aquí  un video maravilloso. Son sólo 5 minutos que puede regalarse, 5 minutos para hacer una pausa, a veces tan necesaria, y escucharse, dejarse llevar. 


A ver si con esto, avanzamos un poco más en esta maravillosa senda, que es la palabra, que es la magia, que es la vida!!


Un abrazo cuentero.


Sandra.



domingo, 25 de septiembre de 2011

Se inicia Encuentro Internacional Valparaíso es un Cuento


Comienza el mes de octubre. Y con él, se viene el evento de Cuentería más importante de la Región durante este año. Eso significa una verdadera fiesta alrededor de la palabra, de la imaginación, de las historias, y por qué no decirlo, de la Historia.

No es fácil describir las emociones y ansiedades que comienzan a apoderarse de los cuerpos cuando pensamos en lo que se viene. Más de un mes dedicado a los cuentos. Eso casi suena a “cuento”, quizás por eso nos escalofría de esa manera el corazón, los ojos y las manos.

“Valparaíso es un Cuento: Encuentro Internacional de Cuenteros/as, Escritores/as, Ilustradores/as y otros seres mitológicos” comienza, con sus actividades previas esta semana. La última de septiembre, y la primera de octubre. Sí, porque son la misma semana.

LO QUE SE VIENE....

El día 28 de Septiembre estaremos en Putaendo, en la zona del Valle del Aconcagua. Estaremos Paty Mix y Sandra Aravena dictando un taller en el Colegio Cervantino.

Luego, seguidito, el viernes 30 de Septiembre, a las 21 horas nos estaremos presentando en Los Andes, “Cuentos para Encantar(se) el alma”, un espectáculo a 3 voces, 3 estilos, 3 narradores: Paty Mix, Daniel Hernández y Sandra Aravena. Acá el afiche:



Y en Valparaíso – Viña, la primera gran actividad previa al Encuentro Internacional consiste en una jornada de actividades alrededor de la palabra, la imaginación, los juegos, los colores, el espíritu… el domingo 02 de Octubre, desde mediodía estaremos presentando la primera gran previa de muchas! Acá el afiche.



Esperamos contar con ustedes. Contagiarles la alegría que nos rebota por dentro de poder ser partícipes de esta maravillosa fiesta de la palabra. Porque codo a codo, con cada susurro, somos mucho más que dos.

Para informaciones, puedes escribirme al correo personal o al correo institucional: contacto@vaparaisoesuncuento.cl y visítenos en www.valparaisoesuncuento.cl donde encontrará TODA la información del Encuentro Internacional.

Un abrazo cuentero.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Valparaíso en desvelo II° Parte


Soy mujer de palabra.
Como tal, cumplo (o más bien, trato de cumplir) mis acuerdos. Más aun cuando se trata de cuentos, porque las palabras, que están constituidas de letras, a su vez constituyen juegos de palabras. Estos juegos de palabras forman frases, oraciones. Y muchas oraciones a veces forman algo cuerdo.
Otras veces no.

En fin. Tanto preámbulo sólo para presentar dos minicuentos más, de esos paridos en pleno desvelo. Disfruten Valparaíso es desvelo, segunda parte.

Y si quiere, cuénteme algo!

Abrazos cuenteros desde ya...


Por Sandra Aravena

Eventos

¿Qué se hace cuando ocurre este tipo de encuentro? ¿Darle una moneda? ¿un “gracias”, bajarse del auto y darle un abrazo?. Las calles de Valparaíso, y  mientras más arriba es más, están llenas de eventos y “tapaeventos”, que no son otra cosa que hombres intentando tapar hoyos en la vía. A ver si logran tapar, aunque sea un poco, el hoyo del estómago suyo, y de los suyos.

Explicación necesaria

“No, el mar no se ha movido, sólo que ahora buscamos comida en los cerros, quebradas, basureros”, explicó al ciego. “Es que en el mar, ya no quedan peces para comer, se los llevan todos”. Diciendo eso, se echó a volar cerro arriba, haciendo el típico graznido que hacen las gaviotas.



martes, 6 de septiembre de 2011

Minicuentos, Valparaíso en desvelo


Por Sandra Aravena

Hace algunos días, me llamaron por teléfono. Me dijeron si tenía Minicuentos de Valparaíso. Yo contesté que sí, que alguno que otro me daba vueltas en la cabeza, pero no dije más...

A los pocos días, tuve un desvelo de aquellos, de esos despertares sucesivos de mediamadrugada, con ideas fijas revoloteando... no sólo en la cabeza, sino que en todo el cuerpo. 
Esos desvelos en que las piernas están acaloradas, que molesta la sábana para dormir, que la almohada no cobija la cabeza ni la nuca, y que en ellas tampoco descansa el sueño que se iba a tener esa noche...

Desvelo de esos que obligan a encender la luz, tomar el lápiz, el cuaderno de los desvelos.... y... salió un poco de esto.

Comparto, al fin, dos de los minicuentos de Valparaíso en desvelo. Quizás en algunos días, un poco más.

PD: Si no entiende algún concepto, no dude en consultar.


El final del camino

Sube y baja. Sube y baja. Se acerca el final del camino, el gran final del camino. Se apura el tranco, el corazón late más fuerte y rápido. Ansiedad. Sudor. Al final del camino, una escalera. ¡qué alivio! Es que eso es lo bueno de estos caminos, que al final hay un recoveco, que conduce a otro camino, más arriba o más abajo, pero otro camino al fin.



Precaución

“No se vaya por ahí, mijita”, me dijo el señor del almacén en actitud protectora. “¿Por qué?”, pregunté sintiéndome invadida. “No vaya a salirle el Trauco”, dijo compungido. Reí comprensiva, adivinando no sé qué. Luego, añadió “es que en Pancho puede pasar cualquier cosa”… al final, tomé otro camino. Nunca se sabe…



martes, 16 de agosto de 2011

Presente, dignidad humana y arte; pequeñas reflexiones intensas y políticas.

Por Sandra Aravena

En momentos de acontecimientos importantes, y de despertares de conciencias, nadie puede quedarse ajeno. Y es que ha venido creciendo como un rumor, pero que se amplifica por cientos de voces. Entonces, deja de ser rumor y se convierte en una cosa más objetiva, porque se repite hasta el cansancio y vuelve a repetirse: “queremos una vida digna”.

Vida. Ese concepto, tan simple y de pocas letras en su palabra, contiene  lo más profundo de la esencia humana, un grito que clama por la misma felicidad. Otra palabra con dos “i” y dos “d”. Simple. Pero infinitamente compleja.

Si pudiésemos hablar de la felicidad, me dispondría a hacerlo desde el punto de vista humano. Es decir, la felicidad como la circunstancia humana que genera un estado de satisfacción “casi casi” completo. Que como toda circunstancia, depende de lo que suceda allá afuera, en el mundo.

Desde el punto de vista social, hablaría de un techo digno, casa digna, eso que con ciertos toques puede convertirse en un hogar. Diría luego que hace falta tener alimentación sana, saludable y que permita el crecimiento de niños, y la estabilidad de los abuelos; que permita la producción laboral de quienes trabajen; pero por sobre todo que implique el pretexto de sentarse alrededor de una mesa a charlar. Salud, porque como dice mi abuela “la salud es lo más importante”, pero que también tenga la dignidad por principio en relación a la atención, al acceso, a un diagnóstico certero, a la cura de enfermedades sin más espera que la de disponer al cuerpo y al espíritu, sin más trámite que el aviso a los seres queridos. Y, claro, a la información clara que permita la prevención de cualquier estado que no sea el de saludable.

Ahora, desde lo socio – económico, no puedo no divagar sobre el Trabajo digno. Hace algunas horas, en un diario (que como todos los diarios en este país, están monopolizados por la derecha) observé una fotografía de dos obreros, cargando un letrero que decía “En Chile, 80% de los trabajadores ganan menos de $175.000”. Una foto elocuente, que no deja mucho más qué decir. Porque, qué es un trabajo digno: que permita el desarrollo óptimo de las capacidades personales y colectivas, que favorezca la creatividad de los trabajadores/as de manera permanente y consciente, que tenga equilibrio entre la producción, el descanso y la vida colectiva de los obreros (es decir, la organización de la clase), que cuente con las medidas de seguridad máximas (ojo, no “mínimas”) que protejan al trabajador /a y la tranquilidad de sus familias, que tenga a disposición un bienestar orientado a la dignidad del trabajador en su área productiva, pero también con su familia, que permita explorarse, hacia adentro y hacia afuera, que sea un trabajo motivador. Y claro, una remuneración que permita que el trabajador/a y su familia satisfagan sus necesidades básicas de alimentación, educación, vestimenta, traslado, bienes y servicios domésticos, salud, y, no olvidemos jamás la recreación y la cultura. Eso, muy lejos está de los $175.000 que ganaría el 80% de los trabajadores de este país.

Y la Educación, tema contingente y convulsionado por estos días. Una educación digna, como hemos escuchado en las calles, es aquella que permite el desarrollo pleno (social, cultural, intelectual y artísticamente) de jóvenes/as, que no genera lucro para nadie, porque es un Derecho, y en caso de ser “bien”, sería un “bien social”. Una educación que esté al servicio del desarrollo humano personal y del país, y que por sobre todas las cosas no discrimine a nadie bajo ninguna circunstancia, y que genere las condiciones para el máximo potencial de hombres y mujeres, en su presente, porque la educación es para el presente y no, como se ha dicho hasta el cansancio, para el futuro. Porque niños y niñas, jóvenes son presente, nuestro presente, no “el futuro de la sociedad”.
Nada de simple hablar de la felicidad.

Y probablemente los expuesto no alcanza ni la mitad de la complejidad ni de la simpleza que insiste esta palabrita.

Porque, entre otras cosas, a todo esto que he escrito, le hace falta otra parte. Como cuando le falta color a las cosas. Que no son medibles, porque no sabemos cómo hacerlo ni para qué. Tampoco se ven, porque sólo podemos ver el reflejo en los cuerpos, pero no sus colores ni formas. Lo que le falta es el aliño de la comida. El amor, la alegría, la convicción, la esperanza, la dulzura, la ternura y una buena cuota de caricias.

Pero no. Esto no está separado de lo otro que “sí se ve”. Porque sin un trabajo digno, las energías que restan no son suficiente para llegar a casa y acariciar (se) en momentos que van llenando de vuelta el espíritu. Una educación coja no permite que descubramos lo que somos, queremos y necesitamos. Y si no tenemos la salud necesaria, el cuerpo se debilita. Si no tenemos un hogar digno, el cuerpo no se repone de la mejor forma… y comenzamos de nuevo el infinito.

Y el cuerpo, quiero decirlo, es lo más preciado que podemos tener para mirarnos, acariciarnos, tocarnos, besarnos, sentirnos, hablarnos, callarnos... para sonreír, para callar, para ir de un lado al otro, para recuperarnos en los momentos, en las melodías, en las palabras. El cuerpo es el vehículo de nuestras esperanzas, de nuestras convicciones, de nuestro trabajo, de nuestra creación.

Hablar de felicidad significa hablar de la creación que hacemos a diario. Creamos vida, creamos con otros. Y no hablo sólo de la creación artística, hablo de la creación más objetiva: la creación de nuestra vida, de nuestro camino.

Y es donde aflora la emoción. Porque la felicidad no es una sensación individual solamente. Está articulada con la felicidad de los que están afuera, mirando desde sus ventanas o asomándose por las ventanas de los edificios educativos en toma. La felicidad es mirar al otro a los ojos y reconocer en ese brillo la nueva forma de vivir la vida, una forma que es hermosa, que es solidaria, que penetra en las células con alegría, y, por sobre todo, la felicidad es el color que se provoca cuando nos juntamos muchos a crear. Crear de a poco un nuevo mundo, más justo, más digno, más humano, más equilibrado, más sonriente, más esperanzado, más tierno.

Y eso, depende de cada uno, de cada una. Es la única forma que el porvenir sea nuestro, de los que soñamos despiertos, dispuestos a crear, cada día.

Y nosotros, nosotras, los que hacemos arte, debemos tomar esta bandera de lucha, la de la dignidad humana. 

Porque el artista que no se empapa de los sucesos  políticos de su presente, queda fuera de contexto, y la creación sin contexto está como fuera de “lo humano”.

Nosotros, los y las artistas debemos hacer la pelea frente a tanta subjetividad invertida para opacar el brillo de la felicidad. Pelear fuerte, sin descanso, desde la creación estética y profunda. Crecer en oficio para que nuestros mensajes sean parte del camino de los luchadores y de las luchadoras, que incansablemente, irán sembrando siempre, y nosotros/as codo a codo con ellos, sembrando desde lo que sabemos hacer. Debemos estudiar, debemos juntarnos, debemos ser trabajadores al servicio del pueblo;  trabajadores del arte al servicio de la humanidad, que no es otra que la que quiere dignidad, y la que sueña, como nosotros, con los ojos abiertos.

Aunque nos digan que el mundo de la fantasía no es real, y que los creadores (de arte) vivimos fuera de este mundo… ¡se equivocan! Porque así, con la fantasía nos acercamos a la realidad, al mundo y de a poquito, con ansiedad y calma, con paciencia y apuro, con intensidad y quietud, con delirio y parsimonia, con convicción y contradicciones, con lunas y soles, vamos cambiando y cambiándonos, porque creemos, porque creamos.

Cuentos Claros Conservan la Amistad, San Felipe 06 de Agosto

Tuvimos un hermoso espectáculo de Cuentería, en El Almendral, cuna de cuentos y cuenteros en el Valle del Aconcagua.

Paty Mix, Omar Saldivia y Sandra Aravena se presentaron el día 06 de Agosto en el Centro de Artes y Oficios "El Almendral", San Felipe. Una presentación que estuvo cargada de lo lúdico, de cuentos con mensajes profundos, cuentos llenos de sabiduría...

un espectáculo que marcará el inicio del regreso. Porque el Almendral y el Valle del Aconcagua, durante muchos años, tuvo espacio para alojar cuenteros y cuenteras, desde el año 1996, luego con la coformación de las "Cuenteras de Aconcagua" y las numerosas extensiones de Encuentros Internacionales, que produjimos, coordinamos y armamos en esa hermosa zona; un Valle ubicado en los pies del Aconcagua.

Gracias al Almendral, al público maravilloso, y no olviden que estamos recién comenzando el regreso, y que la voz de los cuentos se tiene que echar a correr como rumor, porque susurrando cuentos abrimos más y más corazones.






jueves, 11 de agosto de 2011

Espectáculo "Cuentos Descuentrolados"

VALPARAISO ES UN CUENTO, Presenta:


"Cuentos Descuentrolados", con SANDRA ARAVENA


Historias que salen del control de lo humano, donde los elementos   incomprensibles de la vida salen a cuento, donde se mezclan diferentes   personajes con diferentes características que hacen de este espectáculo   una escala de notas musicales llena de desarmonías, de contrapuntos.

El viernes 12 de Agosto, 17.30 hrs. 
Restorán Bambú (Independencia 1790, 2° piso, Valpo)
Adhesión: $2.000 con oncecita incluida.

informaciones: negra_curiche@yahoo.es

lunes, 25 de julio de 2011

CUENTO "Manuel, el de la Victoria"

por Sandra Aravena
En los Andes, Chile

Hizo una seña. Acababa de recoger pasajeros, asunto que lo ponía feliz, muy feliz. Pronto llegaba la Navidad, las fiestas de recibimiento del nuevo año. Estos pasajeros eran, sin duda ángeles casi caídos del cielo. Él, un viejo moreno, delgado, con pocos dientes en su sonrisa, de cabello blanco, pero cubierto por un sombrero que seguramente lo obtuvo en alguna apuesta, o tal vez se lo regalaron, pero hace mucho tiempo. Mucho tiempo.

Nada era más decidor que esa seña.

Los pasajeros, dos extranjeros, muy jóvenes.

La carreta, o Victoria como se llaman en mi pueblo, estaba con solo el intento de estar buen cuidada. El caballo estaba flaco, blanco era su color natural , pero en apariencia grisáceo. Daba la impresión que en cualquier momento las ruedas de la Victoria saldrían rodando por su propio camino, sin respetar a Manuel, que las conducía, ni al equino y el peso que caería sobre su lomo si esto ocurriera. Misteriosamente, esas ruedas no se separaban de su desequilibrado eje. Seguramente algún alambre oxidado, o un clavo que dejara caer un camión, o con una pita de cualquier color o material . el hombre ni puede arriesgar a sus pasajeros; uno nunca sabe cuándo ángeles caerán en nuestro camino, y el hombre sí que era prevenido.
Por eso mismo aseguraba cada manara cada rueda, cada asiento, y con lo que podría, la limpiaba. Muchas veces ni siquiera él mismo se aseaba. No era necesario. La Victoria era mucho más importante que él.

Estos ángeles se acercaron como volando hacia él. Justo en el momento que hacía gestos de incomodidad sobre la carreta y pensaba en bajarse, sentarse en algún paradero de buses donde pasa la locomoción para ir a la capital, o en la cuneta, simplemente.

Ahí estaban sus amigos. Era el lugar preciso además, porque hacía mucho calor. Y estar al sol era insoportable. Al menos un poco de sombra. No sólo para él, sino que para Manolito Blanco, su caballo. A ver si Manolito Blanco conseguía un poco de comida, estaba flaco, medio desnutrido. Los amigos de Manuel le daban comida a Manolo. Es bueno tener amigos, esos amigos, Manuel lo sabía.

Y como volando los ángeles habían  llegado a interrumpir esas intenciones, y el sol apuntando fuerte en la espalda.

El trato fue rápido. Se transó el precio, no se escuchó cuánto. Manuel solo reflejaba por sus ojos un brillo particular, como entre esperanza, cansancio. Entre que se apaga y se enciende. Tal vez eso que sienten los obreros cuando consiguen lo que anhelan, lo que necesitan. Esa mezcla que se profundiza con el calor, el aire tibio, la quietud de esa hora del día.

Tal vez así había pretexto para pensar qué hacer con esos pesitos conseguidos: una comidita rica para esperar el nuevo año. O un hermoso ramo de flores para su mujer que siempre espera en su lecho, donde está eternamente dormida. De esas flores que tanto le gustaban, para hacerla feliz. Hortensias, o rosas, o crisantemos rojos, ¡esos sí que le gustaban!. Además no son tan caros. Podría quedar algo para ropa nueva, en el almacén de puertas azules. Hace tiempo que no se compra ropita “nueva”. ¿Pantalones, Zapatos, Camisa?

Esa última idea la desechó. Ropa tiene. Poca, pero tiene lo suficiente para trabajar combinadito. No estará nueva, pero los años de uso la cargan de emotividad.

Ahora, si es por gastar esos pesitos, algo para compartir con los amigos no estaba nada de mal. Ellos al fin y al cabo, le ayudan en su trabajo y a alimentar a Manolito Blanco, su única compañía en medio de tanto calor y sequedad, como en mi pueblo.

Muchos pensamientos en tan pocos segundos. Los extranjeros no lo notaron.

De pronto, sintió la mirada de Manolito Blanco. Esa mirada que le decía que ya era hora de partir y de dar lo mejor de cada uno. Sí, ese era el mensaje que el gris equino hacía volar con su mirada y que solo Manuel comprendía, y ´perfectamente. Se escuchó el palmetazo tierno en el lomo del caballo, de complicidad. Todos los ojos brillaban. El caballo hizo girar su cabeza, dos y tres veces.

Lo ángeles se acomodaron en los asientos de la Victoria. Subir y acomodarse les costaba mucho, eran torpes. Es que no eran de esa tierra, seguro que venían de lejos. Con una sonrisa interna y gentil y precavidamente, Manuel se bajó de su trono y terminó por acomodarlos. No debía ser tan difícil, pensó.
Sonrió para afuera, con satisfacción de comenzar una nueva ruta y un nuevo viaje. Al fin, había ayudado a los ángeles que habían caído en el camino. Eso lo hacía experto en su materia, y más aún sobre su Victoria, con las riendas en sus manos, volando con sus pasajeros.

Otro pensamiento se vino, casi una decisión. Esos pesitos serían divididos en la mitad. Ya no había vuelta que darle. Con la primera mitad, compraría todos  los crisantemos rojos que alcanzara, con ellos haría feliz a su mujer hermosa. Cuando se los dejara en su lecho además le contaría alguna historia, para sentirla un poco más cerca. Con la otra mitad, compraría algo para Manolito Blanco. Herraduras o “Zapatos nuevos”, decía para sí, o un cepillo para caballos, a ver si podía limpiarlo más seguido, hacerle unos cariñitos. A Manolito Blanco le gustaba eso -¡Cómo le gustaba!- de recibir caricias, era como sentirse en familia.

Sentado en su trono, en la Victoria, los pasajeros bien sentados,, su sombrero cubriéndole el rostro del sol. Manuel hizo un movimiento con sus brazos, las riendas golpearon suavemente el lomo de Manolito Blanco. El caballo partió, cómplice.

Miró a su lado, estaban ahí sus amigos. Les lanzó una sonrisa brillosa, como sus ojos.
Hizo una señal. Tenía asegurados los crisantemos para su mujer amada, y los zapatos nuevos para Manolito Blanco. El calor ya no importaba. Tres Luquitas estaba bien para cobrarle a un extranjero.

Era el comienzo de un nuevo camino, un nuevo viaje. Esta vez, con dos ángeles tras de él. Había que ser precavido, sobre todo después de tanto tiempo. Nunca se sabe cuándo los ángeles caerán del cielo y se cruzarán en nuestro camino.


miércoles, 29 de junio de 2011

Cuentos en Tiempos de Cólera

Son tiempos complicados.
Estamos en medio de movilizaciones, de movimientos bruscos de tierra, como queriendo decirnos algo. Algo que en realidad está bastante claro: estamos equivocados.


Regreso, entonces a un libro: "El mundo ha vivido equivocado" de Fontanarrosa (Lectura recomendada). Un volcán en Curicó está echando humo, otra vez.


Nuestro sur sufre por nuestras acciones más al norte, y más al norte... y totalmente al norte del continente. Claro, estamos "sólo un poco" equivocados.


Dejo un relatito, para reconfortar el alma y el espíritu. Pero también para ver cómo seguimos echando a andar esta rueda, que es la rueda que permitirá que el mañana sea mejor para todos.
...Cuéntenme qué les parece...


Extracto de "El Taller de las Mariposas" de Gioconda Belli, Nicaragüense:



-Ah!-exclamó Odaer- a veces a mi también me gustaria ser como tú, ser feliz con que las cosas sean como son, pero no puedo. No podré descansar hasta que no pueda diseñar algo que sea tan bello como un pájaro o una flor.

-No veo porqué te atormentas tanto-le dijo el Perro-A nadie parece importarle que no exista eso que tu quieres diseñar. Quédate tranquilo, vive tu vida, no molestes a nadie y nadie te molestará.

-Pero yo tengo un sueño que puede traer más belleza y armonía al mundo-dijo Odaer-si renuncio a él sólo porque hay quienes no me comprenden y se burlan de mí, tendría que dejar de creer en la belleza y en la importancia de perseguir los sueños hasta el final.

-Yo no tengo sueños de hacer nada. Para mí la vida es tenderme en la grama, dormir, comer y pasear con quién me quiera llevar.

-Tu vida es muy sencilla-dijo Odaer-porque nunca te has sentido responsable por nada.

-Si alguien ataca a mi dueño, lo defiendo. Me siento responsable de eso-replicó el Perro.

-Ya ves, para mi la vida no consiste solo en defenderse.Me siento responsable por hacerla más bella para los demás. me gustaría pensar que muchas plantas, animales y seres humanos disfrutarán con la belleza de mis diseños...si es que algún día logro lo que quiero.

-Lo lograrás-dijo el Perro, levantándose sobre sus cuatro patas, ya aburrido de tanta conversación y con deseos de estirar las piernas.

-¿Porqué lo dices?-preguntó Odaer.

-Porque a mi me sucede.Si sueño con un hueso cuando duermo y lo sigo soñando despierto, generalmente lo encuentro.

Y con esto, el Perro se fue saltando alegremente por la pradera.

lunes, 20 de junio de 2011

2 presentaciones la semana que terminó… muy especiales...



Cómo no sentirse contenta cuando en realidad, la palabra se va llenando de inmensas emociones que da el camino. Simplemente el camino. Que también se va llenando de palabras.

El miércoles 15 de junio me tocó compartir escenario con “armoniqueros”, guitarristas, cantores, y un colega cuentero. ¿Dónde? Sausalito, la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Valparaíso. Allí, unos chicos y una chica, todos maravillosos, se organizaron hace más de 2 años para hacer del espacio universitario algo más que una “recepción” de conocimientos, y se lleva a construir creativamente, desde el arte, un nuevo espacio de conocimiento, de encuentro, de intimidad, de poner ahí, en el centro del anfiteatro, el corazón humano más puro.

Entre estudiantes de psicología, música y filosofía se organizan para dar vida, miércoles por medio a Sausacuentos.

Cómo no dedicar estas líneas a estos muchachos, a esta muchacha de sonrisa comprometida, pero por sobre todo de brazos capaces de armar, desarmar y volver a armar.

Sin embargo, este miércoles 15 fue un día aún más especial. Sausacuentos Movilizado, se llamaba. Porque desde hace más o menos 3 semanas los estudiantes de esta tierra angosta  se están movilizando por la defensa y recuperación de la Educación Pública, la Democratización de los espacios educativos, y romper con la desigualdad espantosa que existe en la relación Calidad de Educación y Capacidad de Pago (Ingresos, en otras palabras).
En este contexto nos encontramos. Mi aporte mínimo, pequeño, es entregar y dejar volando cuentos, historias, palabras, emociones, pensamientos, susurros…. Para  esta larga labor que llevan los y las estudiantes de muchas universidades del país, casi con 3 semanas de tomas…

Es imposible que las palabras puedan contener todo el agradecimiento que siento por Sausacuentos, y en especial lo sucedido el miércoles 15 de junio. Porque ellos a partir de sus espacios están luchando por una sociedad diferente, opuesta a esta en que vivimos. Una sociedad donde hombres y mujeres comprendamos el verdadero sentido de la solidaridad, del compromiso, de la justicia, de la dignidad…

Y porque su pelea es para que todos tengan mejores oportunidades; incluso quienes no conocen. Incluso mi hermano menor, mis sobrinos, mis primos, mis vecinos… los hijos de nuestros hijos… no cabe, simplemente no cabe en palabras. Tal vez sí quepa todo esto en un abrazo.

Por otro lado, el camino ofrece bellas posibilidades de aprendizaje. El sábado tuve la dicha de participar del Encuentro Regional de Encargados/as de los CRA (Centro de Recursos de Aprendizaje, rejuvenecimiento de las Bibliotecas de los colegios), también contando historias.

Además de ver cómo tantos y tantas personas que tienen que ver con la educación del presente de nuestro país (niños/as y jóvenes), voluntariamente se capacitan buscan, chuseman (en el más bello sentido de esta palabra) nuevas posibilidades para enriquecer sus trabajos. Y cómo comparten sus saberes, desprendidamente, entendiendo que el objetivo a alcanzar es otro, superior a los egos y a los límites.
Participé de un taller: “Cuento Sensorial” una experiencia novedosa, diferente, que disfruté dejándome llevar por cada estímulo, por cada detalle bienpensado. Una experiencia que me invitó a probar nuevas posibilidades. Agradecida nuevamente, de una experiencia que hace crecer, renovarse, volver a creer una y otra vez.

Gracias a todos, todas. ¡¡¡Qué semana más maravillosa!!!

martes, 17 de mayo de 2011

CUENTO!! "Las Máscaras Hablaban"

 (Por: Sandra Aravena)

Ella tenía nombre de color... o de una flor... o de una flor de color...

En sus pies llevaba el largo camino que se recorre en los extensos y verdosos campos del sur de mi largo y angosto país, brillaba el silencio de grillos, pájaros, maderas, soledades y mucho desamor. Llevaba el quinto viaje en el empeine, el quinto viaje de un alma solitaria y oculta entre álamos y preciosos canelos. Llevaba en cada dedo, en cada uña, un atisbo de posesiones desposeídas, la suciedad de las almas que nacen para crear mucho más que canciones...

En su ombligo traía una virginidad extraña, inocente, perdida...
En sus manos llevaba y cargaba misterios, creación, una poco de guitarras, un poco de melodías, otro poco de cabellos sueltos y pajosos al viento, una pizca de cebollas y uvas. Llevaba una hermosa guitarra y la sabiduría de un pueblo campesino, atravesado por las insaciables ganas de crear...

A ella la llamaban Violeta... Violeta Parra.

Dentro de sus manos estaba dormida la máscara que tiempo después, tal vez en el mismo quinto viaje, le hablaría...

Era el amanecer de un día en un mes y un año no cualquiera. En un lugar extraño de idiomas, y de suspirosas lenguas gargareantes de sonidos amorosos.
A la que llamaban Violeta se le puso una idea en la mente y en las manos. Se le puso la idea que venía de una máscara que ya le hablaba. Era la máscara más chillona de todas, la tendenciosa... la máscara tendenciosa...

Temprano, bien temprano, recorrió las calles angostas de una ciudad desconocida. Buscaba cartones, cartoncitos, corrugados, lisos, de colores o simplemente cafecitos bien bien claros...

Buscaba (porque tan extraña era la ciudad, que todo lo que fuera necesario, se buscaba entre las calles, basureros... en las casas de los nuevos y viejos amigos...) una tinaja sin orificios ni hoyos ni huecos, ojalá de greda, aunque era difícil tan lejos de la tierra de las gredas fáciles. Una tinaja donde poder vaciar toda el agua del mundo y no cayera fuera de ella ni una sola gota, que podía significar un mar infinito...

Buscaba un pegamento blanco, acuoso pero espeso, ligero de peso, que dejara que el agua le atravesara hasta el espíritu sin reclamos, que le permitiera a sus manos dejar libre la voz, las voces de las máscaras que hablaban...

En el camino, recogió cartones, cartoncitos, corrugados, lisos, de colores y simplemente cafecitos bien bien claros... eran tantos que uno sobre otro formaban una montaña ante sus ojos, lo que le causó varios tropezones, caídas, torceduras, desvíos en el camino de continuar buscando...

Por ahí halló la tinaja de lata. No era de greda, pero no tenía agujeros, hoyos ni orificios. Cabía toda el agua del mundo en su interior...Un poco más allá, cerca del museo de la ciudad, encontró el pegamento que le hacía falta.

Había recorrido buena parte del sur de la ciudad, del centro al sur.
Era la hora de volver a esa habitación que guardaba de arpilleras bordadas con cuerpos y semblantes, rostros y manos y pies deformados por la aguja y el grueso de los hilos. Volver a la habitación que pronto sería la cuna de los deseos de tantas máscaras...

En la tinaja puso un poco de cartones, pero solo la parte más delgada del cartón. Las otras partes, esperaron a que se terminara la mezcla perfecta. Luego agregó a la tinaja agua, un montón de pegamento blanco, Cola Fría, un poco de sal para que la mezcla resultara perfecta.... con sus manos llenas de creación mezclaba, mientras su canto brotaba, y hablaba de la machi, de los desamores, de tantas maldiciones que se ocupaban del mundo, y que ella cantaba a mil voces, como si fuera una sola.

La mezcla resultaba, solo faltaba un poco más de agua. Otro poco de sal, un poquito más de Cola Fría. Nuevamente sus manos mezclaban, y el canto.... ¡¡Qué hermoso era el canto de la Violeta mientras mezclaba los maravillosos ingredientes!!.... ya estaba. Estaba listo papel maché...

Comenzaba entonces a hacer máscaras. Con sus manos llevaba a la masa el recuerdo de tantos rostros, de tantas caras que había visto en su vida de flores y campo. Allí estaba viviendo con los suyos... algún amante tal vez, o sobrinos, madre, o vecinas... cerraba sus ojos, la Violeta, y allí entonces comenzaba a pulir con sus manos los perfectos rostros. Perfectos, parecía incluso que tenían un poco de alma, otro poco de espíritu... parecía que además tenían un poco del canto de la Violeta.... porque ¡¡Cantaban!!.

Una de ellas, la máscara del rostro de su madre, cantaba la plegaria a un Dios lejano e infinito. La otra le seguía, era la de uno de sus hermanos, y oraba, gritada adorando a una Virgen maravillosa que habría conocido por allá, en el campo chileno. Una de ellas, la que tenía más grandes los pómulos, era la tendenciosa. La máscara tendenciosa.

Desde un comienzo, la tendenciosa le preguntaba cosas. ¿Por qué mis pómulos son tan grandes? Y mientras las otras dos máscaras rezaban a Dioses y vírgenes. Ella prefería conversar con la Violeta. ¿Por qué mi nariz en tan pequeña? ¿Por qué tus manos son tan dulces y prolijas? ¿Por qué cantas mientras me pules?... no se callaba nunca. No callaba y Violeta le respondía a todo con serenidad... porque así me gustas, porque así te quiero, porque con el canto voy por la vida, porque tu alma ha encontrado un espacio donde vivir, una máscara hermosa....

Las pintaba de colores hermosos. La tendenciosa entonces, se dio cuenta que la Violeta además pintaba de mil maravillas. Las máscaras oradoras oraban. Oraban. Oraba y oraban. Las plegarias parecían eternas, y la Violeta solo respondía con un respetuoso “Amén”, a la par que le respondía a la tendenciosa, a la preguntona...
Cuando llegó el momento de pintar a la máscara tendenciosa, la Violeta escuchó un llanto tímido. Sí, claro, era la máscara la que lloraba disimuladamente por la dicha que tenía de haber visto las arpilleras en la pared blanca de la habitación, por haber escuchado cantar de machis, desamores, brillos, maldiciones.... Lloraba porque no soportaba la emoción...

La Violeta decidió, entonces, pintarla del color de la melancolía... Para eso mezcló el verde musgo con un poco de gris...le puso unos puntitos de color café cartón, para recordar la materia prima de la máscara, y luego, las cejas fueron negras. La pintura se corría por las lágrimas de la tendenciosa. Finalmente las lágrimas se secaron con la pintura y quedaron estampadas hasta siempre en el rostro de la tendenciosa, se quedaron petrificadas, la Violeta no tuvo más remedio que dejarlas allí...

En un largo silencio, tal vez el único, la Violeta no cantaba, las máscaras no rezaban, la tendenciosa no preguntaba.... una última pregunta fue necesaria: ¿Violeta, con que arte te quedarías si tuvieses que escoger uno: con las máscaras, con la pintura o con la música?... la Violeta miro hacia al cielo, como alzando una nueva plegaria, o tal vez un nuevo canto, junto sus manos en el pecho. Acarició lentamente el rostro de la tendenciosa. Su voz se hizo sonrisa y finalmente dijo
“yo... yo me quedo con la gente, con el pueblo... porque es el pueblo el que me permite hacer todo arte...”

La máscara tendenciosa lloró. No tenía brazos para abrazarla. Pero un beso cálido salió de sus labios y dejándose morir agradeció la vida y la muerte, por el pueblo, a la Violeta, nombre de fruta, nombre de color.... nombre de fruta de color...